2014 (139) "La iglesia parroquial de El Almendro: de Ambrosio de Figueroa a Carlos Hermoso", en Boletín Oficial del Obispado de Huelva, 418 (jul.- sept. 2014) 192-202. ISSN 1887-8970




 

LA IGLESIA PARROQUIAL DE EL ALMENDRO: DE AMBROSIO DE FIGUEROA A CARLOS HERMOSO

 

Manuel Jesús Carrasco Terriza

 

             El pasado día 22 de junio de 2014, el Sr. Obispo dedicó la iglesia parroquial de Nuestra Señora de Guadalupe, al finalizar las obras de restauración integral llevadas a cabo bajo la dirección de Carlos Hermoso Nota a pie , con el patrocinio de ADRAO con fondos europeos, del Ayuntamiento de El Almendro, del Obispado y de los propios feligreses.

             Este edificio ha sido inscrito en el Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz como Bien de Interés Cultural con la tipología de Monumento, por decreto 91/2014, de 13 de mayo, de la Consejería de Educación, Cultura y Deporte (BOJA nº 98 de 23/05/2014, pp. 72-78).

             La documentación sobre la iglesia es bien conocida, y cuenta con una acreditada bibliografía Nota a pie .

Un poco de historia

             Por la carta puebla del Conde de Niebla, de 22 de marzo de 1519, la población asentada en el Prado de Osma fue trasladada al lugar llamado «el agua del almendro», en el camino de Puebla de Guzmán a los Castillejos, dotándola de Concejo, con las mismas competencias que tenía el de Osma. Allí sólo debió quedar la imagen de Ntra. Sra. de Piedras Albas en su ermita. Es de suponer que pronto sería edificada una iglesia para el servicio religioso. Los primeros bautizos fueron inscritos en 1559.

             El primitivo edificio era de planta basilical, de tres naves y cuatro tramos, con cubierta lígnea a dos aguas la central y de colgadizo las laterales; la armadura de la nave central descansaba sobre arcos de medio punto y columnas de piedra, como la primitiva iglesia de Puebla de Guzmán. En 1700, el Visitador manda que «el Mayordomo de la Fábrica haga desenvolver los techos de esta iglesia por estar amenazado de ruina» Nota a pie . En 1703, la iglesia tenía seis altares; el mayor, un «retablillo llano de un cuerpo y en medio una buena pintura en lienzo de Ntra. Sra. de Guadalupe» Nota a pie .

              No parece que el terremoto de Lisboa de 1755 causara grandes daños al edificio. Sin embargo, era notable su poca capacidad para una población, que, de 203 habitantes en 1588 Nota a pie , había pasado a 140 vecinos en 1726, y a 365 vecinos en 1762 Nota a pie . En 1763 se contaban 2.202 personas de comunión Nota a pie . Por tal motivo, el 27 de abril de dicho año, la Fábrica parroquial de El Almendro solicitó del Arzobispado licencia para ampliar la iglesia. El Maestro Mayor de Fábricas, Pedro de Silva, hizo un primer proyecto, el 17 de mayo, valorado en 100.000 reales Nota a pie . El Cabildo metropolitano aprobó conceder la mitad de los diezmos, para costear la obra, el 4 de junio Nota a pie .

             No obstante, el cura párroco y sus feligreses no consideraron suficiente la ampliación proyectada, por lo que, el 8 de octubre de 1763, pidieron que se encomendara un nuevo proyecto a Ambrosio de Figueroa, también Maestro Mayor de Fábricas del Arzobispado. Pocos días después se pidió que se agregara al templo una vivienda para el cura Nota a pie .

Las obras de Ambrosio de Figueroa (1763-1765)

             Ambrosio de Figueroa Nota a pie emitió su informe el 17 de diciembre de 1763 Nota a pie . Se ve en la necesidad de derribar toda la iglesia, por el mal estado de sus muros. La iglesia medía 12,5 m. de largo por 10,70 de ancho, 175 m2 de superficie. La extensión proyectada pasa de 209 varas y media cuadradas a 566 varas, es decir, 473 m2. Considero de gran interés el siguiente texto, para entender la actual configuración de la iglesia y su desarrollo histórico:

«Primeramente empezando a hazer el derribo, antes de quitar los colgadizos de las colaterales, se destejará la armadura, desahogándola todo en redondo, lo que se irá levantando con todo cuidado cinco quartas, que es lo que se da de más altura a la yglesia, por razón de la amplitud que se le da así de largo como de ancho: que a no ser así, quedará im- / perfectísima y mui fuera de proporción; bien entendido que para la altura de las dichas cinco quartas más, se ha de considerar la medida, no desde el pavimento de la yglesia vieja, sino desde el de la nueva, a el que se ha de subir con vna grada; dejando la referida armadura puesta sobre puentes» Nota a pie .

             El derribo fue completo, lo que explica que en 1778 se dijera que la iglesia «se concluyó sacada de cimientos, habrá once años» Nota a pie . El pavimento subiría un escalón. Y la nave central debía tener un metro más de altura, proporcionada a su nueva longitud. Entonces, ¿qué ocurrió con la armadura de la nave central? Aunque a los profanos parezca inverosímil, toda la cubierta quedó suspendida y apoyada «sobre puentes», solución antigua que debió utilizarse en las iglesias de Cala y de Hinojales, donde se sustituyeron los pilares de ladrillo por columnas.

             El templo antiguo tenía seis columnas de piedra y cuatro medias columnas de ladrillo. Ahora se amplía la cabecera, para el presbiterio, los pies para la capilla bautismal, la tribuna del coro alto y la torre, y se añaden dos tramos más en la nave central, lo que supone añadir cuatro columnas más. Tanto las nuevas columnas como los pedestales para la nueva altura de las mismas se traerían de Tavira. Las hornacinas de los siete altares se harán al mismo tiempo que las paredes. Se proyectan también las tres portadas, «guardando las dos colaterales la orden toscana, con vna pilastra que acompañe dichas jambas; y la principal guardará la orden dórica» Nota a pie . Diseña la torre según el orden toscano. La bóveda de la capilla mayor sería vaída, y las del crucero, de cañón con lunetos; en realidad, la del presbiterio fue de cañón con lunetos, la del crucero vaída, y las de las capillas laterales de aristas Nota a pie .

             Finalmente, la obra fue presupuestada por Ambrosio de Figueroa en 167.764 reales. Presupuesto que fue aceptado por el Cabildo metropolitano, con cargo a los diezmos, el 22 de diciembre de 1763. Las obras fueron contratadas con Joaquín de Herrera, maestro de obras de albañilería, y con Manuel Nicolás Vázquez, maestro de obras de carpintería Nota a pie . Mientras duraron las obras, el culto se trasladó a la ermita de San Sebastián, que, por cierto, necesitó una considerable rehabilitación. El 20 de junio de 1765, Pedro de Silva emitió su informe sobre la terminación de las obras, conforme al proyecto de Figueroa Nota a pie . Destaquemos que la armadura central hubo que desenvolverla y rehacer las partes dañadas Nota a pie .

La imagen titular. Construcción del órgano

             El cuadro de la Virgen de Guadalupe que presidía el retablo mayor fue sustituido en 1778 por una imagen de bulto, de tamaño natural, obra de Benito Hita del Castillo Nota a pie . En 1783, el Visitador ordenó que “se hará una corona de plata y un cetro para dicha titular y otra para el Niño”, piezas que realizó Vicente Gargallo y Alexandre Nota a pie . El cuadro pasó a la colecturía, hasta que desapareció en 1936.

             El 15 de julio de 1788, el Visitador autorizó la construcción de un órgano, por Francisco Rodríguez, y su correspondiente tribuna, por Jacobo Guio y Domingo Bas Nota a pie . El instrumento tenía la siguiente composición:

              – Octava general cubierta, de metal: caños. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .45
              – Flautado violón. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .45

              – Docena y quincena . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .90

              – Diez y setena en mano izquierda, y diez y novena en ambas manos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 66

              – Corneta de seis caños por punto . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 144

              – Lleno de diez y novena de tres caños por punto,

              y zímbala de tres caños en ambas manos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .270

              – Clarín en mano derecho y bajoncillo en mano izquierda, en fachada

              – Ocho contras de madera de a 13.

             En la revisión del proyecto, Jorge Bosch indicó que se extendiera el teclado, hasta las 49 teclas, de DO1 a DO5, con otras mejoras técnicas, quedando presupuestado en 15.000 reales, el 27 de junio de 1788 Nota a pie . La caja del órgano se hizo lisa, a proporción de los tubos, sin más adorno que una María y unos floreros de remate. Se dio orden de pago el 9 de agosto de 1794 Nota a pie . Observemos que la tribuna se construyó en el lado del evangelio, en un nivel inferior al del coro alto, para que cupieran los tubos.

La capilla sacramental

             En 1791, la Hermandad Sacramental experimentaba un notable florecimiento, que les llevó a redactar sus reglas el 4 de mayo Nota a pie . La firman los nueve presbíteros de la localidad, encabezados por el cura párroco Gaspar Gómez, mas el Cabildo, Justicia y Regimiento. En torno a 1780 debió decorarse la capilla sacramental, situada en el brazo del crucero del lado del evangelio, con dos pinturas al óleo, de medio punto, con el Triunfo de la Eucaristía y el Triunfo de la Inmaculada Nota a pie , y con las pinturas murales del testero. Éstas presentan una interesante iconografía: intentando un espacio ficticio, aparece un sol, a un lado un balcón en perspectiva, y al otro el rey David; entre un copón y el cordero místico, se pueden leer estos versos:

Silensio, atensión i cvidado
porque nuestro Dios piadoso
amoroso
a su mesa está sentado
.

Intervención de Santiago de la Llosa y Francisco del Valle (1801-1802)

             En 1797, las cubiertas de la nave central volvieron a estar deterioradas, por lo que los maestros mayores Santiago de la Llosa, de obras, y Francisco del Valle, de carpintería, emitieron su informe el 10 de febrero de 1798 Nota a pie . En principio se trataba de reparar las goteras y la solería. Pasaron tres años sin acometerse las obras, por falta de fondos económicos, con lo que el daño fue en aumento Nota a pie .

             Finalmente, el 29 de mayo de 1801, Santiago de la Llosa y Francisco del Valle optaron por reparar las maderas en basto, y ocultarlas mediante una bóveda encamonada semielíptica, con lunetos en cada tramo, abriendo dos buhardillas para ventilación del espacio entre la bóveda y la armadura:

«Y por lo que ase a la composición que proyecta el Maestro Mayor de Carpintería para evitar que se desvarate la armadura de la nave mayor atendiendo a su grave costo, proyectando cubrirla con un encarrosado por debaxo, dixo que después de rematado el ensintado se manoteará y sacará a plana con yeso prieto el que se traerá de la villa de Huerva y después se blanqueará de cal con dos o tres manos, lo que se executará después de texar dicha armadura, y al tiempo de texarla se le dexarán dos abujardas para ventilación de sus maderas de muy sensilla construción y poca altura para ventilación de sus maderas, una en el trastero y otra en el costado» Nota a pie .

             El culto parroquial fue trasladado al edificio del pósito y granero, mientras duraron las obras Nota a pie . Lógicamente, hubo que desmontar el órgano, forzando la composición de la bóveda para que cupiera la caja del órgano. Éste volvió a colocarse, terminada la obra, en 1803, por el maestro organero Gabriel Rodríguez Nota a pie .

             Santiago de la Llosa y Francisco del Valle reconocieron las obras ejecutadas y las que aún quedaban pendientes, el 21 de mayo de 1802 Nota a pie , y emitieron su informe el 20 de octubre de 1802:

« ... reconocieron estar executados de nuevo de todos los entablados de la armadura y corgadizos del cuvierto de la nave mayor y menores, y puestas de nuevo todas las vigas que se proyectaron de los dichos corgadizos, y hecha la composición proyectada en la almadura para su mayor seguridad, executados de nuevo todos los texados de la Yglesia, así en sus tres naves, en el cruzero, brazos y cabezero; y asimismo los de la sacristía, colecturía, quarto taller y oficinas, puestas todas las vigas y tablas de los corgadizos de dicha sacristía, colecturía, taller y oficinas de nuevo, siendo las vigas de estos de pino de la tierra y la tabla- / són de Flandes, executados de nuevo así en todas sus maderas como enbreado de yeso y blanqueo todo el cañón de la nave mayor y los sielos rasos de la sacristía y colecturía, executadas las solerías de nuevo de toda la Yglesia, y todas las oficinas, hecho nuevo el vaso común, aviertas las tres ventanas proyectadas y puestas sus correspondientes rejas, alambrados y vidrieras, pintadas de celeste todas las maderas de los corgadizos de las naves menores para su mayor decencia, hecha la composición proyectada a todas las puertas, [...] » Nota a pie .

             Anotemos la curiosidad de que, aún no terminadas las obras, el párroco, el mayordomo de fábrica y el síndico procurador del Ayuntamiento, solicitaron, por una parte, elevar la altura de la torre Nota a pie , y, por otra, ampliar la extensión de la iglesia Nota a pie , con cargo a los diezmos. Para ambas solicitudes evacuó sus memorias y proyectos Santiago de la Llosa. Tras una tensa argumentación por parte de la parroquia y del Cabildo metropolitano, que no veía la necesidad de tales obras, no fueron aprobadas las solicitudes.

Recientes reparaciones y estudios previos (1986-2008)

             Damos un salto en el tiempo, y venimos a 1986, en que, siendo párroco Juan Jariego Osuna, se hizo un arreglo de la techumbre, y se vio que por encima de la falsa bóveda, perduraba la armadura mudéjar, con los arrocabes tallados. Luego, en 1988, se acometieron importantes obras de reparación de las cubiertas de la cabecera, bajo la dirección del arquitecto Carlos Hermoso Nota a pie . Se resanaron, además, los muros, y se limpiaron y pintaron el cuerpo de campanas de la torre y las tres portadas. En marzo de 1995, aparecieron bajo la cal de las paredes laterales numerosos restos de pinturas decorativas, que por su carácter fragmentario, fueron cubiertas de nuevo, a la espera de una posible restauración.

             En 1998, el arquitecto Ángel Luis Candelas, en el curso de su trabajo de investigación sobre armaduras mudéjares en la provincia de Huelva, emitió un informe dando a conocer con detalle la calidad de dicha armadura, especialmente por el friso o arrocabe de tablas tallas y molduras adornadas con puntas de diamante, similares a las de San Francisco de Ayamonte. Sostiene que, sustancialmente, la armadura es la original del siglo XVI, al menos en los tirantes, el arrocabe y el resto de almizate con lazo de ocho Nota a pie .

             Las aguas continuaron haciendo sus daños, hasta el punto de que en 1999 se vino abajo la parte de bóveda que cubría el coro. Con tal motivo se apreció con más evidencia la calidad de la armadura y la urgencia de una intervención. Provisionalmente, se realizó una consolidación estructural preventiva de las cabezas de los pares, desmontando parte de la bóveda encamonada, y se cerró al culto. En octubre de 2004, la empresa Vorsevi hizo un estudio de la patología y un estudio geotécnico del edificio. En mayo de 2005, el arquitecto Antonio López Domínguez realizó la ficha diagnóstico del templo. El levantamiento planimétrico fue realizado por Francisco Márquez, por encargo de la Delegación de la Consejería de Cultura. Y en agosto de 2008, el ya citado Dr. Candelas redactó el proyecto básico de intervención de consolidación de la cubierta de la iglesia Nota a pie .

             Costó mucho tomar la decisión de si se reconstruía la bóveda encamonada, de indudable belleza, o más bien recuperar la armadura, restaurándola a su primitiva composición. Se impuso la opción de sacrificar la bóveda, pues prácticamente habría que hacerla de nuevo. En 2011, en unos trabajos de estanqueidad, se vino abajo la falsa bóveda. El resultado se vio muy acertado, pues ganaba el espacio en altura y en volumen.

La restauración integral del templo parroquial, por Carlos Hermoso (2013-2014)

             El 17 de mayo de 2013, el Obispado solicitó una subvención del Grupo de Desarrollo Rural del Andévalo Occidental (ADRAO), por un importe de 300.000 €, para la ejecución del proyecto, rectado por Carlos Hermoso, de “Conservación y restauración de la Parroquia de Ntra. Sra. de Guadalupe de El Almendro”, dentro de la tipología prevista de intervenciones en el Patrimonio histórico y cultural.

             No es posible reproducir la detallada memoria presentada por el arquitecto proyectista y director de la obra, Carlos Hermoso Sánchez, que contó con el asesoramiento de Rafael Usín –de la Delegación de Cultura– y de Ángel Luis Candelas –de la Universidad de Sevilla–, y el trabajo del arquitecto técnico Miguel Ángel Vilas Villegas. Al menos, destaquemos lo más aparente, sabiendo que lo realmente importante ha sido la labor que no está a la vista. Al exterior, en la torre, se ha suprimido el volumen de la caseta del reloj, y los antepechos de los balconcillos del cuerpo de campanas, se han abierto las troneras que estaban cegadas, ganando muchísimo en esbeltez y en proporciones. Se han reparado y electrificado las campanas y se han hecho dos nuevas.

             En el interior, se ha reparado toda la armadura, con reposición de pares, estribos, tirantes, tablazón, recuperando las labores de lazo en los tirantes, y las del arrocabe; se ha reconstruido el lazo apeinazado original del almizate, según el diseño del Dr. Candelas. Las columnas se han limpiado, recuperándose la textura natural de la piedra. Se ha repuesto toda la solería del templo y de sus dependencias, incluso las del coro, la de la escalera de la torre y la del cuerpo de campanas. Se ha restaurado el portaje exterior e interior, y se han reconstruido los canceles. Instalación eléctrica y de megafonía. Reparación completa de la sacristía, servicios, salones, etc.

             A todo esto, hay que añadir el mobiliario. Se ha hecho un nuevo retablo, en el taller de Daniel Sánchez, de Isla Cristina; y los enmarques de los retablos laterales. En lugar de la imagen de la Virgen de Guadalupe de Cáceres, preside el retablo un cuadro de la Guadalupana de México. En la sacristía, destaca el mueble dieciochesco, con las contrapuertas decoradas con las pinturas de San Joaquín y Santa Ana, donde se guardan los vasos sagrados.

             Carlos Hermoso pronunció una conferencia en El Almendro, dando cuenta de todo el curso de la obra, cuyo texto hemos intentado resumir. Terminó con un largo capítulo de agradecimientos, a las autoridades municipales, a los técnicos, a los operarios, albañiles, carpinteros, a las empresas constructoras Surandévalo y Construcciones Ponce y Márquez, terminando con una especial mención del cura párroco, Jaime Jesús Cano Gamero, queriendo en él significar «a tantos curas de pueblo, que con su abnegado esfuerzo, silencioso, constante, tenaz, a lo largo de los siglos han conseguido que el patrimonio religioso llegue hasta nosotros de la mejor manera posible».